martes, 19 de noviembre de 2013

El Capitán Beto

Para comprobar que hablo
que efectivamente hablo
debo hablar.
En mi mente hablo mucho demasiado
pero las palabras que salen
son gorgojeos,
palabras sin sentido
en definitiva, no-palabras.
no y si -son las únicas cosas que puedo decir
si y no -por suerte.
Traducir un parpadeo a un sonido a una (finalmente) palabra sin que ocurra mediación alguna; pero ahora me quedaba en el parpadeo; siquiera alcanzando a decir algunas sílabas, desordenadas, informes, incoherentes.
Me detengo a pensar en un libro de Ortiz
que leí hace apenas unas semanas
en que ortiz piensa en uno de sus amigos de la infancia
que por una u otra razón, se había quedado encerrado en sí mismo.
Me pregunto si alguna vez llegaré a ser como él, silenciosa, calladita, casi ciega; si alguna vez reiré nuevamente, si alguna palabra saldrá de mi boca, o si deberemos irnos hacia las abisalidades del Capitán Beto.

domingo, 10 de noviembre de 2013

"mirar la luz"
tantas veces esa metáfora
que en realidad
no
no es la apropiada
tal vez más preciso sea
moverse hacia aquí
hacia allá
estar en constante movimiento
sí, es verdaderamente
la metáfora apropiada
porque por más que se esté
calmo
por más que se esté
quieto
uno no deja de fantasear
de figurarse
de pensarse
en movimiento
un movimiento totalmente activo
por más que no se pueda mover
no se pueda caminar
no se pueda hacer nada con la parte derecha del cuerpo

sí, la verdad que sería un estar en movimiento
constantemente
podía hablar, moverme
y eso
¿no es la realidad?
¿no es lo que pasaba?
¿no me pasó realmente?

Hace un año...

A Seba

Hace un año salíamos a dar una vuelta. Una vuelta cortita, pero especial. Era una de mis primeras caminatas por buenos aires. Veía todo a mi alrededor: las casas los edificios los hoteles los árboles las verdulerías. Y yo apenas podía nombrar todo eso: tan desconocidas resultaban para mí todas aquellas palabras, todos aquellos lugares, todo aquello. Fuimos a la avenida libertador, a unas siete cuadras de dónde estábamos. Por aquel entonces esa fue LA gran caminata que hicimos. Por suerte, yo llevaba un pañuelo en la cabeza que me había comprado el día anterior. Fuimos a un mcdonnals, a comer algún sandwichito, o alguna papa frita. No me llevaba bien con la gente, no podía hablar bien y me daban unos dolores de cabeza tremendos. Te dije en un momento: "vámonos". Y nos levantamos, pero no sin llevarnos las papas fritas. De vuelta las siete cuadras, de vuelta todos los pajaritos las plantas los autos las palabras, todo de vuelta. Por suerte, estabas a mi lado. Y no requeriste ninguna palabra. Volvimos al depto, y nos sentamos afuera para comer las sobras. Pero resultó que se me cayeron, la torpeza propiamente mía (MÍA!) y tuvimos que regresar sin comer nada. Y así fue como volví.

martes, 5 de noviembre de 2013

Preguntas

A Demian

La vida es eso que pasa mientras estás buscando un hilo. Lo dijo mi hermano, recién. Y la verdad, tiene razón. Sería como el espacio intermedio que hay entre dos letras, cortito, cortito, apenas imperceptible, pero está. Invisible, pero está. Un hilo. Simplemente un hilo.
Habría que ver, si las palabras también fueran como un hilo. Y podrían atarse unas con otras, hilar conceptos, oraciones...una busca inagotable.
Pero también podrían cortarse, desamarrarse, y ya no serían nunca lo que fueran una vez.

Pero... ¿hay alguna cosa que sea, realmente?
Hay algo que sea verdaderamente permanente?
Hay algo que sea algo?