Me desperté -madrugadora-
con el cuerpo poblado de sensaciones
una canción
una imagen
una palabra
completaban el poema
la palabra era danzarina
su musicalidad su eufonía su belleza
en mis oídos
y cierta sensualidad
-or
quí
de
a-
efímera
pero punzante
cartografiando...
dos cuerpos
buscando
intensidades
susurro del deseo
se desliza por la piel
con el cosquilleo se escabullen también
las huellas del placer
estremecimientos que recorren la columna
espasmos de las fibras
el cosquilleo
también
mapea
y aún
más profundamente
rodea lo indecible
recorre lo oculto
lo penetra
algo secreto y sin nombre
diverso y escurridizo
inexplicable
(doblez escondido
en el entramado)
dos cuerpos
gritando lo infranqueable
y aún
perdiéndose en la intensidad
1 comentario:
guau!!!
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