jueves, 17 de octubre de 2013

Umpalau

Uno no se hubiera imaginado que esto pasaría, pero sucedió. Umpalau sucedió. Uno se preguntaría cómo, de entre todas las posibilidades, podría llegar a pasar. Pero pasó. Lo inesperado, lo impensado, ocurrió. Venían viniendo tan bien las cosas... Venían pasando tantas cosas buenas, buenísimas, que la noticia de las últimas horas me dejó anonadada, almost numbed, casi adormecida, pero sin obtener el descanso que me daría una buena noche de sueño. Y no, una buena noche de sueño sería lo que me falta, pero no puedo sacar estas palabras de mi mente, me persiguen casi como una necesidad, casi como una urgencia. Escríbía hace pocos meses atrás que no sabía cómo volver a escribir; ahora desearía poder callar, acallar mi mente, serenarme un poco, tal vez incluso borrarla... tal vez incluso.
Así están las cosas: todo lo dulce se contrasta bárbaro con un poquito de salado; lástima que parece ser un poquito más amargo de lo que esperaba...

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